La palabra Renacimiento alude a “un nuevo nacimiento”, el de la época más espectacular y brillante desde la caída del imperio romano.
Entre los siglos XV y XVI la sociedad europea occidental vivió una auténtica revolución espiritual, una transformación de los valores económicos, políticos, sociales, filosóficos, religiosos y estéticos.
El Renacimiento surgió en Italia y es todo lo contrario a la imagen lúgubre y tenebrosa de la Edad Media.

Así define el Renacimiento Burckhard, un reconocido historiador: “El Renacimiento es una época de ruptura con el oscurantismo medieval, durante la cual se produce una auténtica renovación del arte y de las letras, de recuperación y acercamiento a los clásicos, de la restauración de la antigüedad, de un uso totalmente novedoso de la razón en todos los campos del saber y, además, se caracteriza también por la aparición de un fuerte proceso de secularización de la vida política y por la presencia de una corriente nueva de pensamiento, el Humanismo”.
Durante el Renacimiento el hombre ocupará el centro, una nueva forma del ver la vida que se contrapone al teocentrismo medieval. La libertad de pensamiento religioso llevará a la Reforma Protestante.
El Renacimiento es también una vuelta a los tiempos clásicos. De Grecia se imitó el espíritu (neoplatonismo) y de Roma, las formas artísticas. En los edificios renacentistas vemos plasmados elementos clásicos tan característicos como las columnas o los frontones y en la escultura y pintura también se retoman modelos clásicos de la antigüedad.
La nueva corriente del Renacimiento será el Humanismo, centrado en el hombre y la naturaleza, en detrimento de las cuestiones divinas y espirituales. Entre los humanistas más conocidos podemos señalar a Nicolás Maquiavelo de Italia, Tomás Moro de Inglaterra y Erasmo de Roterdam.

Durante el Renacimiento se inició la Reforma Protestante encabezada por Martín Lutero que tuvo su respuesta en la Contrarreforma.
El Renacimiento, además de un cambio significativo en diferentes aspectos de la vida, proporcionó también eminentes personajes en todos los ámbitos.
En el Arte, entre los muchos artistas que brillaron, destacamos sus tres principales figuras:
Leonardo da Vinci, uno de los grandes maestros de la historia del arte universal, de una personalidad extraordinaria y pionero en la pintura Renacentista, aunque también fue uno de los mejores anatomistas y científicos de la época con conocimientos de botánica, geología y aeronáutica.
Otro de los grandes genios del Renacimiento y del arte universal es Miguel Ángel que abarca entre sus conocimientos la arquitectura, la escultura y la pintura.

Rafael, es el tercero de los genios del clasicismo. La dulzura en sus pinturas fue muy admirada y requerida por los monarcas.
El Renacimiento es la época de los grandes mecenas, papas, reyes e influyentes señores querían obtener con su dinero parte de la gloria de los grandes artistas del Renacimiento, como los Medici.
En el siglo XVI se llevaron a cabo también los grandes descubrimientos, iniciados por Cristóbal Colón.
La literatura renacentista recibió un gran impulso motivado por la invención de la imprenta por parte de Gutenberg, que propició el acercamiento del público y contribuyó a la propagación de nuevas ideas.
Podemos citar a autores como, William Shakespeare en Inglaterra y el gran Miguel de Cervantes en España.
La ciencia también tomará impulso con personajes como Galileo Galilei y Nicolás Copérnico con su famosa teoría heliocéntrica, donde se colocaba al sol en el centro y a la Tierra girando en torno a él, algo que fue considerado sacrilegio por la Iglesia en aquel entonces.
